martes, 26 de noviembre de 2013

CAPÍTULO VIII. VIVIR JUNTOS.



Dinorah Delgado Avendañp


Grupo. 518



Analizar este capítulo me parece que es capaz de alimentarte moralmente.

En un mundo tan grande con tantos pensamientos distintos, es difícil obviamente la conviviencia, "veo humanos, pero no humanidad" decía el Rey del Pop. A lo que quiero llegar con esto, es que para poder habitar con armonía, sin duda es necesaria la tolerancia y humanidad entre los individuos.



Savater nos dice que dentro de la humanidad se desprenden dos puntos claves:

El primero, la convivencia social que es en parte lo ya redactado anteriormente. El problema se desata cuando existe el individualismo dentro de una sociedad, ya que el egoísmo es el que resalta. De esa manera es practicamente imposible vivir sin ruido. Pero también, gracias al individualismo, existe la autenticidad, donde sacamos a flote la libertad personal y aquí nos limita el super yo, que nos ubica dándonos una personalidad de acuerdo a nuestra moral.


Por otro lado, Savater habla de la mirada. Pareciendo por primera instancia algo sin valor, pero que en realidad es algo que nos puede revelar mucho más que las propias palabras: amor, preocupación, reproche, burla... Todo esto perteneciendo a una serie de significados que una sociedad puede interpretar de acuerdo a sus tradiciones, costumbres, etc.
Crear un conjunto de personas quienes puedan vivir en una tranquilidad total, con la libertad de expresar pensamientos y acciones para nada es sencillo, pero por supuesto es posible. Y pienso que lo puede llegar a hacer aprendiendo, informándonos y reafirmando nuestros valores.